Joaquín
Luqui Iribarren, fue el primer periodista local, que hizo un seguimiento
especializado, concreto, intenso y continuado, sobre todo aquello que, en los
sesenta, estaba sucediendo a su alrededor. Fue en el medio escrito donde, al
principio, Joaquín desarrolló gran parte de su labor profesional y de donde
mejor hemos podido recuperar artículos que, en buena medida, nos han servido de
guía en este trabajo, amén de para darnos cuenta de la gran entrega que el
navarro de Caparroso, (como a él le gustaba recalcar) hizo al mundillo
de la música, especialmente, en su tierra natal. Hemos querido tenerlo presente
en esta obra desde un principio, adoptándole como a un tôtem, con espíritu
protector, y también ¿por qué no?, propulsor.
Se merece estar aquí, no solo
como amigo de los sesenta a nivel internacional, sino en lo que respecta a su
zona, sobre todo, como hombre de radio, con cuya voz y entusiasmo aprendimos de
cerca a amar a Beatles, Rolling, Four Tops, Elvis, Diana, Jackson y multitud de
otros más cercanos, por los que se desvivió. Comenzó fijándose en cómo se
desarrollaba la juventud en su ciudad, y desde su privilegiado púlpito
radio-musical, formó parte de ella convocándonos a los demás a filas, cómo en
una arenga de Virgilio, muy amplificada por válvulas de radio, en las que
utilizaba un tono cariñoso, estudiado, suave, convincente y seductor.
Indagando en las hemerotecas,
como ya hemos indicado anteriormente, nos damos cuenta que Joaquín Luqui, es la
persona que ha hecho el seguimiento mas directo, mas fiel, mas cercano y
entusiasta de la cultura musical de los jóvenes de Navarra en los sesenta. No
sólo fue Muyadin o Muecin adorador de los Beatles, sino también el Adalid de
los conjuntos de Navarra.
Por eso, si hay que reconocer que
alguien ha seguido de cerca la evolución de todos esos grupos desde su origen,
ese ha sido, Joaquín Luqui. El de
Caparroso, siempre iba por delante de los demás. Aventuraba el éxito y el
fracaso de algunos... y se ocupó de todos. Asistía a los festivales musicales y
diariamente, como redactor, tenía a su disposición tinta y linotipistas, para
elaborar el fresco zumo de la prensa escrita.
Amigos, músicos, admiradores y
compañeros de profesión, a lo largo de este libro, le nombrarán y harán mención
de su reconocidísimo buen hacer.
Era una persona con carisma, entregado y
leal. Aquí nuestro común amigo Txufi, (cantante de Los Condes), le retrata muy
bien en su carta de despedida, cuando Luqui nos dejó, allá por el año 2005,
para irse al cosmos a preparar las estructuras de Radio Eternidad, en onda
intergaláctica y personal. Este documento escrito fue publicado en su momento
en la prensa local. (Diario de Noticias y Diario de Navarra). (Seguir leyendo...)
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