GREGORIO GONZALEZ
[UNA ENCICLOPEDIA VIVIENTE]
- Luqui era un chico bohemio, muy entregado, muy majo, muy inocente...
Nos habíamos citado o estábamos teniendo un encuentro como quien dice, con la persona más idónea, aquella que nos iba a ir aportando detalles, haciéndonos revivir bellos momentos de la pionera radio local, y sentíamos que al escucharle, se estaba produciendo algo mágico, como si en ese instante se encendiera la mecha del detonante de las palabras amigas, los datos imparables, el énfasis de los recuerdos, el sí a la música de una radio profesional y local, que hizo posible que en esta ciudad comenzase la fiesta del maremagno moderno.
- Cuando yo le conocí, J.L. escribía en el Pensamiento Navarro, haciendo aquella página llamada Ritmorama. La tiraban aquí enfrente, en una imprenta donde estaba asociado con él un hijo de Turrillas. Llamaba la atención. Yo pensé, -añade Don Goyo- ¡Qué bueno es este tío! Mas tarde, aparecieron por Radio Requeté con motivo de Discofilia, unos hombres que eran editores de discos. Entonces les propuse: ¿Oye, por qué no os lleváis a éste, que es un fenómeno, Joaquín Luqui y a su acompañante grabador, el manitas de plata José Maria Goñi? Estos valen mucho, ¡ya verás en Madrid! Claro que sí, porque aquí no tenían salida ya. Y se los llevaron, a Joaquín Luqui y a José Maria Goñi.
- El primer año de rodaje fue en Radio Barcelona, que es la número uno de la Ser. Allí estuvieron un año, y después Calderón los llevó a la Ser de Madrid, donde aún permanece José Maria Goñi. Este venía mucho a Discofilia. O sea que Discofilia lo realizábamos entre todos. Jesús Iragui, con su novedad -que decía yo- porque él anunciaba el último disco. Después, los discos que pirateaba Joaquín Luqui de las emisoras inglesas. Algunos que no aparecerían en España en mucho tiempo y otros nunca. También había otro realizador-grabador joven, muy bueno: Ramón Arrospide.
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